Resultados votación
Reduzcamos el tráfico en la calle de la Mare de Déu del Coll
Descripción breve: Queremos aumentar el espacio destinado a zona peatonal a lo largo de la calle de la Mare de Déu del Coll. También queremos que puedan acceder a ella las personas que vayan en silla de ruedas y las personas ciegas, y proponemos reducir la velocidad y la presencia de coches.
Descripción ampliada: La calle de la Mare de Déu del Coll es un camino escolar bastante transitado por la gente del barrio. Las aceras son muy estrechas, totalmente inaccesibles; en cambio, el tráfico rodado dispone de un carril de circulación y otro de aparcamiento que suman seis metros de ancho; es decir, dispone del 75 % del espacio público.
Proponemos reurbanizar esta vía, desde la calle de las Medes hasta la calle de Maignon. La actuación comportará ampliar las aceras para que sean accesibles para las personas con movilidad reducida y con discapacidad visual.
Esta intervención será muy beneficiosa, dado que la calle de la Mare de Déu del Coll es un camino escolar hacia las escuelas Rius i Taulet, Farigola, Turó del Cargol y Montseny, razón por la cual la utilizan muchas familias y niños. Por ese motivo, también hay que realizar actuaciones que garanticen que los vehículos que circulen por esta calle vayan, como máximo, a 30 kilómetros/hora, cosa que actualmente no pasa.
Incorporación de la perspectiva de género: Garantizar una movilidad segura impacta directamente en la vida cotidiana y genera una ciudad más respirable y democrática. Varias estadísticas demuestran que las mujeres utilizan más el transporte público y van andando a los sitios, mientras que la mayoría de conductores son hombres, además con un determinado nivel adquisitivo. La movilidad en coche no es democrática, porque no todo el mundo puede acceder a ella, por razones económicas, pero también de espacio. Si todas fuésemos en coche, no cabríamos. Por lo tanto, hay que buscar sistemas de movilidad más democráticos tanto socialmente como climáticamente.
Personas o entidades impulsoras: Júlia, vecina del barrio
Compartir